Una sobre el Perdón
Los domingos siempre han sido especiales. De niños, era el día de reunión familiar; venían los tíos, la madrina (hermana de papá) , y a veces también los primos. Los recuerdo con mucha alegría. Luego, nos fuimos a vivir al exterior, toda una aventura.
Pasados unos años, mis padres regresan a Montevideo; por diferentes motivos dejan de hablarse con la madrina.
Regreso a Montevideo, a los años me caso y causalmente paso a vivir en un apartamento ubicado cerca de casa de la madrina. Un jueves la veo en la feria, y no me reconoce. Esta situación se repite varias veces, hasta que un día luego de haber estado leyendo acerca del perdón, siento el deseo profundo de hablarle, de decirle que la quiero y que nada ha cambiado en mis sentimientos. Así lo hice, busqué la forma de encontrarnos y al estar frente a frente, nos fundimos en un abrazo que nunca olvidaré. Lloramos mucho, luego reímos y finalmente la calma del orden restablecido. Me sentí feliz y en paz por haber obedecido al corazón.
Los domingos siguieron siendo especiales, nos reuníamos en casa de papá y mamá, ahora una nueva generación, con mis hermanos, cuñada y sobrinas. Les comenté lo ocurrido para que estuvieran al tanto simplemente. Sin embargo, lo maravilloso de todo esto, es que sin saber cómo…. la relación entre la madrina y papá se restableció; ella comenzó a llamar por teléfono y luego a visitar con su esposo a papá y mamá como lo hicieron siempre. Se venían los domingos en la tarde, a pesar de tener que tomar dos ómnibus y a estar mayores los dos; esto lo hicieron por años. Cuando estaban juntos los cuatro se veían muy felices, era una relación muy especial que trascendía el tiempo y el espacio y contagiaba alegría.
Mandela perdonó a sus opresores y como resultado logró la unión y la paz de 60 millones de africanos.
En relación con el Perdón Los Maestros Ascendidos nos dicen lo siguiente:
“Cuando el Perdón es sincero, el individuo encontrará que su mundo se reordenará casi como por arte de magia, y que se llenará de toda cosa buena. Pero recuerden que si la discordia no es olvidada, pues entonces no ha sido perdonada, porque no pueden dejarla atrás ni liberarse de ella hasta que no esté fuera de su conciencia. En tanto que recuerden una injusticia o un sentimiento perturbador, no habrán perdonado ustedes a la persona o a la condición”.
Dios bendice la luz en tu corazón!!!!